lunes, 9 de julio de 2012

DIGNIFICANDO AL MAESTRO(A) PERUANO.




El 06 de julio, celebramos en el Perú el Día del Maestro y Ciudades Educadoras le rinde un cálido homenaje a los miles de maestros y maestras peruanos que se dedican a instruir y formar a los ciudadanos del mañana. Desde esta plataforma virtual debemos destacar el trabajo que muchos docentes realizan en los rincones mas aislados de la patria, con una sola misión educar y forjar ciudadanía en bien del país.
Nuestro tributo a los maestros amazónicos que tienen que navegar muchas horas por nuestros caudalosos ríos y a los maestros de frontera y de zonas rurales, que tienen que caminar y alejarse incluso de su vida familiar para poder enseñar. A los maestros y maestras de zonas urbano marginales nuestra admiración, ustedes son los forjadores del nuevo Perú y toda la sociedad peruana tiene una deuda pendiente con ustedes.
Nuestro reconocimiento sin embargo no oculta el deseo que tenemos todos los peruanos de tener una mejor calidad educativa y esa solo se logra con el compromiso de los maestros. Apelamos a una mayor toma de conciencia en el rol pedagógico y sobre todo en la vocación por enseñar, por trasmitir más y mejores conocimientos, así como fortalecer los valores cívicos y morales tan necesarios para la formación de nuestros niños y jóvenes, sustento de nuestra patria y de nuestro futuro.
La sociedad peruana espera muchos de sus maestros, aunque los trate como entenados y no reconozca el derecho a un pago justo por su labor profesional. Vemos con indignación como las autoridades políticas y sindicales poco o nada hacen por mejorar la calidad de vida de los y las docentes. Se habla mucho que la educación es la piedra angular para el desarrollo del país, pero en la práctica el presupuesto dedicado a este sector ha disminuido. Hasta ahora no se pagan las horas de clase, no se les da un modulo básico de enseñanza al inicio del año escolar, todo maestro debería ser dotado por el estado de un kit tecnológico, así como gozar de una ración proteínica o alimenticia. No nos estamos preocupando por el incremento desmesurado de los casos de TBC y otras enfermedades infecto contagiosas que requieren asistencia médica inmediata. 
Dignificar al maestro es la gran tarea del estado y la sociedad en su conjunto; en la medida que lo hagamos estaremos inyectándole esa energía vital para que asuma con mayor compromiso su responsabilidad educadora.
Valoremos a nuestros maestros, dignifiquemos la educación.

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